domingo, 2 de diciembre de 2012

Capitulo 8

Era como un sueño, todo perfecto, su mirada, su sonrisa, todo. Me deje guiar y salimos al patio del recreo, nos sentamos en un banco. Yo le miré a los ojos y el me sonrió. Estuvimos un rato en silencio, hasta que Max, rompió el silencio:
-¿Te preguntaras por qué te he traido, verdad?
Yo le miré tímidamente y dije:
-Sí, pero estoy feliz, porque me hayas traido.
Nos miramos sonriendo, oía mi corazón cada vez mas alto, pensaba que se me iba a salir del pecho. Ví como Max se iba acercando a mí, yo cerré los ojos y llego ese momento, en el que había esperado tanto tiempo, ese dulce y tierno beso. Nos fuimos separando poco a poco, de repente oímos la campana, vimos que salía gente del instituto, el me miró y me dijo:
-Me tengo que ir, adios-dijo mientras me dio un beso rapido.
Ví como se levantaba y se iba, me quedé aqui sentada, en este banco donde había sucedido lo que jamás me hubiese imaginado, me levante sonriendo, por extraño que sea no podía parar de sonreir. Al cabo de un rato ví como salían mis amigas, me fuí hacia ellas sonriendo. Elena me miro y dijo gritando:
-¿Donde te habías metido? y no pongas ninguna escusa porque he visto que te ibas con Max-dijo sonriendo.
Yo me reí y le dije:
-No te vas a creer lo que ha pasado, solo te voy a decir que le digas a Alex que no hace falta que le pregunte nada a Max.
Las demás escuchaban con atención lo que deciamos. Las miré y les conté todo, cuando Max me había cogido de la mano y traido aqui, cuando me beso, todo. Ellas me escucharon atentas y al acabar todas me sonrieron y gritaron, Sofia me miro y me dijo:
-Entonces ¿Estais saliendo?
Yo sonreí tímidamente y dije confusa:
-No lo se, supongo,¿no?
Tocó la campana, nos fuimos a clase de Física, ya en clase Elena no paraba de mirarme y sonreirme. A mi se me escapaba alguna risa que otra y el profesor me miro mal, mas de una vez. Ya acabada la clase recogimos nuestras cosas y fuimos a la siguiente clase, ¿cuando era la hora de volver a ver a Max?-pensé mientras andaba. No podía parar de pensar en él, después de aquel beso si que podía afirmar totalmente, yo Alicia, estaba enamorada.

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